sábado, 25 de agosto de 2007

Somos lo que la sociedad quiere.


Dentro de todo lo que se habla en el texto “DIME COMO EVALUAS Y TE DIRE QUE TIPO DE PROFESIONAL Y PERSONA ERES” en donde los alumnos buscan salir antes de clase, que los profesores dicten menos materia, que las clases sean más cortas, etc. Es algo que sucede en la vida diaria, es algo normal en estos días, pero nos hemos preguntado realmente por que ocurre esto, el por que los alumnos se aburren de estudiar y por que su poca motivación por aprender, yo creo que en gran medida los profesores con el tiempo van perdiendo su creatividad y sus clases se van volviendo mas aburrida y fastidiosa a la vez, además los profesores se jubilan con demasiada edad, lo cual produce que su método de enseñanza sea el mismo de hace 30 o 40 años atrás , los cuales con el tiempo se van innovando y se va integrando nuevos paradigmas y objetos tecnológicos para la enseñanza, aprendizaje.

Otro de los temas importante que se trata es el interés de los alumnos por las notas y no en si por el aprender. La sociedad hoy en día esta inversa en el consumismo y en la competencia, la cual no le interesa el proceso sino el resultado. Los padres hoy les exige a sus hijos buenas calificaciones es por ello que los alumnos se preocupan de las nota y no del aprendizaje, además en las instituciones estudiantiles más recurridas por los padres para que sus hijos estudien exige pruebas de ingreso, las cuales son calificadas, para seleccionar a los alumnos que van a entrar a la institución estudiantil. Dentro de los colegios también se premian las buenas calificaciones, dando un orden jerárquico de la mejor a la peor, con estos simples ejemplos nos podemos dar cuenta de que la sociedad nos inculca la importancia de los resultados, dándoles mayor relevancia a esté.

Como hacer que el alumno no se preocupe por las notas si es lo que los profesores más recalcan junto con la sociedad que prefiere a personas con buenas calificaciones y con un certificado que acredite sus estudios, asimismo esto indica en gran parte el conocimiento de las personas. La sociedad se rige exigiendo personas especialistas en un trabajo las cuales además les exigen una acreditación. Para mi no tiene nada de malo ya que esto confirma de gran manera lo que uno sabe hacer, pues si no existiera esto todos podríamos ser profesores, doctores, mecánicos, etc. En excepcionales casos se puede dar de que una persona sin ningún certificado o algo por el estilo sepa más que uno que allá estudiado, en este caso bien por las personas que sabe sin haber estudiado, pero en esta sociedad a la gente no le importa el que la persona sepa por saber, sino que tenga además algo que certifique su conocimiento. Ya que el consumismo nos exige personas preparadas, las cuales tengan un certificado que le indique su especialidad o conocimiento.

1 comentario:

Profesora dijo...

Pablo:
Te invito a que analices y evalúes la lógica del texto, recuerda que esto también se trata de una reflexión comprensiva, esto te permitirá abordar el tema central y secundario de manera más profunda y sin desviaciones, te dejo un ejemplo de análisis.

Miguel Angel Santos Guerra (2003) en su artículo “Dime cómo evalúas y te diré qué tipo de profesional y de persona eres” parte revisando la práctica evaluativa actual. Al respecto plantea, en primer lugar, que el profesor actúa en un contexto que condiciona su práctica de evaluación; donde existen disposiciones legales, supervisiones institucionales, presiones sociales y condiciones organizativas que regulan la actividad evaluativa. A esto se suman los componentes básicos de la evaluación (comprobación y explicación de los aprendizajes); el valor de uso y el valor de cambio que le asignamos al conocimiento y una práctica evaluativa que potencia o debilita el desarrollo de capacidades intelectuales en los estudiantes según sea el criterio del profesor.

En el contexto de esta práctica evaluativa descrita anteriormente, Santos Guerra concluye que la forma de entender y practicar la evaluación permite deducir las concepciones teóricas que tiene el evaluador sobre la inteligencia, sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje y sobre la profesión docente, por una parte; las actitudes que tiene el evaluador hacia sí mismo, hacia los evaluados y hacia sus colegas, por otra, y además es posible develar los principios éticos del evaluador sobre la realidad social, sobre la finalidad de la Educación y sobre la ética profesional.

Por último, el autor, termina su artículo proporcionando sugerencias para mejorar esta práctica. Propone someter la práctica a una crítica rigurosa, y a partir de esto orientar la investigación evaluativa cuyo fruto permita tomar decisiones para mejorar dicha práctica. Sin embargo, la mejora no será posible si no se mejoran primeramente las condiciones en las que se desarrolla dicha práctica. Esas condiciones no se modifican por arte de magia, pero los docentes como profesionales podemos iniciar el proceso.

Cuida tu ortografía, tienes 16 faltas, lo cual es preocupante.

Tu calificación es un 70.

La profesora.